El flúor es un gas amarillento pálido o blanco que a veces puede ser fluorescente. Está presente en gases volcánicos y aguas termales. Al utilizar estos compuestos de flúor en la rutina de higiene diaria a través de pastas dentales y enjuagues bucales fluorados, se favorece la re-mineralización del esmalte dental y se ayuda a prevenir las caries, al hacer toda la superficie dental más resistente a los ácidos de las bacterias que viven en la placa de sus dientes.
El flúor por sí mismo no es capaz de eliminar las caries, pero sí favorece la creación de una capa externa de esmalte más fuerte. Así se consigue evitar que la caries penetre en las partes más profundas de las piezas dentales.
El fluoruro beneficia tanto a niños como a adultos. Cuánto más rápido se exponga a los niños a las pastas dentales con flúor, es menos probable que desarrollen caries.
Fluorosis
Es importante no iniciar el uso de productos con flúor antes de la edad aconsejada, especialmente en aquellas zonas con aguas que contienen este elemento, ya que se puede producir fluorosis, debido a exceso de flúor producido por el consumo exagerado de fluoruros en el periodo de maduración del esmalte del diente.
La fluorosis no se puede revertir, solo es posible atenuar sus consecuencias con algunos tratamientos específicos según el compromiso de la estructura y estética del diente.